pantys caladas



Las pantys se enredaban en su propio tejido,

en sus muslos tibios, asfixiantes

no permitian que el viento frio se colara

no dejaban nada a la imaginacion

todo se enredaba en su piel traslucida

como escamas de un reptil

como una copa de cristal tallada

delicada, diafana, de sangre fria

una joya embriagante que podria contemplar

una vez, y otra vez, y otra vez.